La máxima inversión se empleará en la construcción de 26 embalses que beneficiarán a 285.000 hectáreas y creará 120.000 hectáreas de riego nuevas, El gobierno impulsará también la creación de una ley para la protección de los glaciares.
SANTIAGO DE CHILE.- El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció este martes un nuevo plan de actuación para paliar los efectos de la mayor crisis hídrica de la historia del país desde que hay registros y que implicará una inversión de 6.000 millones de dólares.
“Vivíamos en un Chile donde el agua no era problema, y por tanto no la cuidábamos. Ese mundo se acabó. A partir de ahora todos tenemos que cuidar el agua (…) porque vamos a enfrentar un nuevo período en que va a ser mucho más escasa”, lamentó el mandatario.
El país vive, en palabras del presidente, una emergencia “grave y muy dolorosa”, con 134 comunas (municipios) en situación de escasez hídrica, 119 en estado de emergencia agrícola entre las regiones de Atacama (norte) y el Maule (centro-sur) y dos regiones en estado de catástrofe por la falta de agua.
La Mesa del Agua, una instancia integrada principalmente por ministros, parlamentarios y dirigentes gremiales, diseñó el plan de actuación que tiene como objetivos “mejorar el uso actual del agua” y “aumentar la producción” de la misma.
La máxima inversión se empleará en la construcción de 26 embalses que, según anunció el Ejecutivo, beneficiarán a 285.000 hectáreas otorgándoles una seguridad de riego mayor al 85 % y que creará 120.000 hectáreas de riego nuevas, auxiliando a 150.000 agricultores.
Además se llevarán a cabo otras medidas como el aprovechamiento de acuíferos subterráneos, y la duplicación de la capacidad de trabajo de las 20 plantas desalinizadoras que ya están en funcionamiento en el país.
Por el momento, el Gobierno descartó el racionamiento de agua y explicó que el abastecimiento en las ciudades se podrá asegurar en “el futuro cercano” y con muy pequeñas excepciones, siendo más crítica la situación en los sectores rurales.
Además de preservar el agua para consumo humano como primera prioridad, el Ejecutivo mostró su preocupación por el sector de la agricultura, uno de los más afectados por los déficits sostenidos en las precipitaciones de los últimos 10 años.
“Debemos asegurar el agua para el riego, tenemos cosechas en estos 70 días donde la agricultura se juega gran parte de su año, por eso es tan importante salir exitosos de esta temporada de riego”, explicó el ministro de Agricultura, Antonio Walker.
Piñera resaltó también la “necesidad de realizar un profundo cambio en el marco legal” en materia de agua, actualmente regulada por el Código de Agua (1981), que otorga a particulares derechos de aprovechamiento gratuitos a perpetuidad y les deja libertad para usar el agua como deseen.
Chile es uno de los países con el mayor nivel de privatización del mundo en la gestión del agua. Se calcula que hoy en día el 80 % de los recursos hídricos del país están en manos privadas, principalmente de grandes empresas agrícolas, mineras y de energía.
En relación a la legislación de los recursos hídricos, el plan impulsará también la creación de una ley para la protección de los glaciares, una parte importante del sistema de aguas del país, que según la Dirección General de Aguas (DGA) ha experimentado un retroceso del 8 % desde 2014.
EFE.